Historias de lavandería

Después de una intensa mañana en la lavandería, recojo un pequeño decálogo de las situaciones que allí acontecen. Aquí en Linköping, nuestra sala de lavadoras no tiene ningún sistema de reserva, es decir, quien llega primero se sirve. Así que a veces parece que estamos inmersos en algún experimento sociológico, para ver cuánto dura este sistema de libre albedrío.

Ésto es lo que he aprendido:

1. No hace falta comprarse jabón: todos usan las lavadoras que ya tienen jabón incorporado.
2. Da igual a qué hora vayas: siempre hay alguna jodida lavadora ocupada.
3. Lo mismo que 1, pero con las jodidas secadoras.
4. El mejor horario es durante la semana, muy muy temprano o muy muy tarde.
5. El peor, los fines de semana después de comer.
6. Justo cuando vas a poner una 2ª ó 3ª lavadora, aparece algún peinaolivas que quiere usarla.
7. La mayoría de estos infraseres no espera 5 minutos de cortesía cuando tu lavadora o secadora ha acabado el programa.
8. Estos agitacimbreles suelen poner el programa más largo que la máquina permita.
9. Cuando está a punto de acabar una secadora por la que estás esperando, algun muerdeprepucios aparece y prolonga el tiempo de secado.
10. Aunque parezca lo contrario, en la práctica resulta poco probable coincidir con conocidos en la lavandería.

Gracias por leerme y acosarme virtualmente!

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Santiago Montero
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Y recuerda: meh.